Como consecuencia de ello, la Dirección Nacional de Vialidad elaboró un proyecto para construir un desvío de 28 kilómetros sobre la arteria que rodee la laguna hacia el sur y permita retomar la transitabilidad de la carretera, proyecto que se iniciaría a mediados de este año.
Hoy, el panorama es otro y la laguna que en su momento cubrió cerca de 40 mil hectáreas, baja de manera sostenida y paulatina.
La falta de ingreso de agua a la laguna por las escasas precipitaciones es uno de los motivos. Y una vez que se libere de agua la ruta en dicho tramo podría volver a ser transitable, siempre y cuando se vuelva a consolidar y repavimentar ese sector.
Juan Carlos Duhalde, presidente del Comité de Cuenca de La Picasa, explicó que "aún quedan 35 centímetros de agua sobre la Ruta", al mismo tiempo que agregó: "Calculamos que si no se frena el bombeo en la alternativa sur en 45 o 50 días la ruta tendría que estar libre”.
Más allá de la buena noticia que sería la baja del agua, surge el interrogante de cómo va a estar la ruta, luego de permanecer tantos meses que ha estado inundada.
“Creemos que va a estar bien una vez que baje el agua del todo, porque la ruta no está asentada sobre tierra como una ruta común. No tiene un terraplén sino un pedraplén -está hecho con piedra abajo-, con lo cual tenemos la esperanza de que ande bien. No digo que no vaya a tener algo que reparar pero el grueso de la traza va a estar bien, con pequeñas reparaciones se va a poder empezar a utilizar”, indicó.
Dede hace más de dos meses La Picasa no crece, es decir que su caudal se estabilizó y luego comenzó a bajar de nivel. La sequía actual, generada por las altas temperaturas y las bajas precipitaciones, beneficia la situación de La Picasa y por ende el retroceso del agua de la calzada de la Ruta 7.
“Al no haber ingresos a la laguna y al estar egresando 10 metros cúbicos por segundo, más lo que produce la evaporación, realmente esto ha llevado a que la laguna baje casi un centímetro por día”, expresó Duhalde.
Más allá de la buena noticia, Duhalde insiste en las obras que aún faltan hacer y que evitarían esta situación a futuro.
“Todavía nos resulta inexplicable que la provincia de Buenos Aires no autorice las obras para terminar los dos o tres proyectos en marcha y poder bajar más rápido el nivel de agua de la laguna y dejar la ruta libre como tiene que estar", aseguró.
“Hay una obra en la alternativa norte donde Buenos Aires autoriza que saquemos 5 metros cúbicos por segundo por bombeo pero no autoriza a que lo saquemos por gravedad. Siendo la misma cantidad de agua, no habría una explicación lógica para no autorizar la obra de salida por gravedad", precisó.
Por último, Duhalde agregó: "Esa es una obra que está proyectada con una compuerta que permitiría abrir o cerrar, según afecte o no afecte aguas abajo. Se estarían dando todas las condiciones, estuvo planteado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y me parece que el sentido común sería hacerlo, y no esperar la resolución de la Corte sino autorizarlo como una cuestión de buena voluntad, sabiendo que estamos liberando un montón de hectáreas de la provincia de Buenos Aires que están inundadas por el agua de La Picasa y que inexplicablemente la propia Provincia se opone a esto”.
Info: Diario Democracia (Junín)
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(2594) Córdoba - Argentina
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