Foto : Eduardo Accastello; Sergio Spicogna
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Cuando ya se han desarrollado 156 comicios municipales en forma casi sucesiva (representan el 35% del total) durante los domingos 8 y 29 de mayo, 5, 12, 19 y 26 de junio, 3, 10, 17, 24 y 31 de julio, el Partido Justicialista, aliado con sus socios de Unión por Córdoba y con el Frente para la Victoria en varias localidades, se ha consolidado como el gran ganador en términos cualitativos.
Es que el balance numérico arroja para el oficialismo provincial sendos triunfos en doce pueblos y ciudades que gobernaba el radicalismo y la pérdida de sólo cuatro jurisdicciones en donde ostenta actualmente el control administrativo.
Además, el peronismo cordobés logró retener 35 de los 39 municipios y comunas que puso en riesgo, lo que implicó una efectividad del orden del 88%.
Aunque el radicalismo obtuvo un número mayor de triunfos que el PJ en estas elecciones anticipadas (88 en total), los éxitos se ven en cierta forma minimizados por el hecho de que el grueso de los mismos (84) se produjeron en localidades donde el centenario partido ya ejercía el control del Gobierno. Los otros cuatro se dieron en pueblos administrados por el PJ y la Ucedé.
En la columna del haber para el partido que gobierna la Provincia quedaron las trascendentales victorias en las ciudades de Villa Allende, Río Ceballos, Hernando y Brinkmann y en los pueblos de Villa General Belgrano, La Para, Santa Rosa, Luque, Porteña, Dalmacio Vélez, Pascanas y Villa Huidobro, donde los candidatos peronistas lograron superar al radicalismo que a priori era favorito para retener las respectivas administraciones.
Fueron particularmente destacados los triunfos justicialistas en históricos bastiones donde la UCR nunca había perdido desde 1983 como son los casos de Villa Allende, La Para, Luque y Pascanas.
También fueron importantes otras victorias peronistas en grandes ciudades donde ya ejercía el gobierno como fueron los casos de Villa María, San Francisco, Villa Nueva, Cosquín, Coronel Moldes, Malagueño o en municipios más pequeños como Villa del Dique, Arroyo Algodón, Laguna Larga, La Laguna, La Palestina, Bengolea, Camilo Aldao, Las Acequias, La Tordilla, Lozada, La Serranita, General Fotheringham, Rosario de Saladillo, La Higuera, Idiazábal, Viamonte, Benjamín Gould, Carrilobo, San Francisco del Chañar y Villa Ascasubi, entre otros.
Por contrapartida, el PJ perdió ante el radicalismo el control administrativo de las ciudades de Cruz del Eje y La Falda y del municipio de Berrotarán. En tanto, en Ucacha resignó la administración del pueblo ante el Frente para la Victoria.
En particular, fueron muy dolorosas para el peronismo las pérdidas de Cruz del Eje y La Falda. En la primera de esas ciudades se adjudica el triunfo radical a la división del peronismo en varias listas y al hecho de que el intendente Mario Blanco decidió adelantar el comicio en vez de unirlo al de la Provincia, con la ventaja que hipotéticamente hubiera tenido ir junto a la candidatura de José Manuel de la Sota.
En tanto, en La Falda el actual intendente Marcos Sestopal se retira del poder con una buena imagen de gestión. Sin embargo, no pudo trasladar ese buen concepto de la gente a favor de Daniel Buonamico, el candidato que impulsó para sucederlo.
Las derrotas en Berrotarán y Ucacha fueron adjudicadas a la división de la estructura partidaria por la no realización de comicios internas partidarias para definir los candidatos a intendente.
Con este balance positivo en términos cuantitativos y cualitativos el PJ afronta ahora el desafío de triunfar en 166 municipios que pondrá en juego el próximo 7 de agosto.
Además, el peronismo cordobés logró retener 35 de los 39 municipios y comunas que puso en riesgo, lo que implicó una efectividad del orden del 88%.
Aunque el radicalismo obtuvo un número mayor de triunfos que el PJ en estas elecciones anticipadas (88 en total), los éxitos se ven en cierta forma minimizados por el hecho de que el grueso de los mismos (84) se produjeron en localidades donde el centenario partido ya ejercía el control del Gobierno. Los otros cuatro se dieron en pueblos administrados por el PJ y la Ucedé.
En la columna del haber para el partido que gobierna la Provincia quedaron las trascendentales victorias en las ciudades de Villa Allende, Río Ceballos, Hernando y Brinkmann y en los pueblos de Villa General Belgrano, La Para, Santa Rosa, Luque, Porteña, Dalmacio Vélez, Pascanas y Villa Huidobro, donde los candidatos peronistas lograron superar al radicalismo que a priori era favorito para retener las respectivas administraciones.
Fueron particularmente destacados los triunfos justicialistas en históricos bastiones donde la UCR nunca había perdido desde 1983 como son los casos de Villa Allende, La Para, Luque y Pascanas.
También fueron importantes otras victorias peronistas en grandes ciudades donde ya ejercía el gobierno como fueron los casos de Villa María, San Francisco, Villa Nueva, Cosquín, Coronel Moldes, Malagueño o en municipios más pequeños como Villa del Dique, Arroyo Algodón, Laguna Larga, La Laguna, La Palestina, Bengolea, Camilo Aldao, Las Acequias, La Tordilla, Lozada, La Serranita, General Fotheringham, Rosario de Saladillo, La Higuera, Idiazábal, Viamonte, Benjamín Gould, Carrilobo, San Francisco del Chañar y Villa Ascasubi, entre otros.
Por contrapartida, el PJ perdió ante el radicalismo el control administrativo de las ciudades de Cruz del Eje y La Falda y del municipio de Berrotarán. En tanto, en Ucacha resignó la administración del pueblo ante el Frente para la Victoria.
En particular, fueron muy dolorosas para el peronismo las pérdidas de Cruz del Eje y La Falda. En la primera de esas ciudades se adjudica el triunfo radical a la división del peronismo en varias listas y al hecho de que el intendente Mario Blanco decidió adelantar el comicio en vez de unirlo al de la Provincia, con la ventaja que hipotéticamente hubiera tenido ir junto a la candidatura de José Manuel de la Sota.
En tanto, en La Falda el actual intendente Marcos Sestopal se retira del poder con una buena imagen de gestión. Sin embargo, no pudo trasladar ese buen concepto de la gente a favor de Daniel Buonamico, el candidato que impulsó para sucederlo.
Las derrotas en Berrotarán y Ucacha fueron adjudicadas a la división de la estructura partidaria por la no realización de comicios internas partidarias para definir los candidatos a intendente.
Con este balance positivo en términos cuantitativos y cualitativos el PJ afronta ahora el desafío de triunfar en 166 municipios que pondrá en juego el próximo 7 de agosto.
INFO: LA MAÑANA DE CÓRDOBA
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